miércoles, 30 de mayo de 2012

Gioconda, de Leonardo da Vinci.


 Está pintada entre 1503-1506, sobre una delgada tabla de madera de álamo,frágil. Se conserva en el Museo del Louvre en una urna de cristal a prueba de balas.
Leonardo preparó circustalcialmente la tabla, con múltiples capas de enlucido. Dibujó el motivo del cuadro y después aplico el óleo, diluido en aceite esencial. Le permitió aplicar innumerables capas de pintura en forma de tinta transparente, con finas pinceladas imperceptibles que con maestrías aplicadas tan real este cuadro. La técnica se ha dado a llamar "Sfumato". Consiguiendo un difuminado de los contornos de la figura , jugando con luces y sombras que dotan al personaje de relieve y de misterio. El paisaje se pierde en la lejanía, diluyéndose en la nada, como sucede en la observación de la realidad. Esta técnica permite una ejecución perfecta de las carnaduras, gracias al tratamiento refinado de la figura, que está sumida en un claroscuro ambiental.
 La figura de la modelo adquiere una humana vitalidad, con una inefable expresión en el rostro, que parece observarnos y meditar. Las manos parecen dotadas de movimiento.
Isabella D´Este, que reinaba en Mantua, una amante de Juliá¡n de Médicis, una amante del propio Leonardo, una mujer universal idealizada, un adolescente vestido de mujer. Hay hasta quien ha llegado a manifestar que pueda tratarse de un autorretrato del propio Leonardo. No hay ninguna prueba fidedigna de la real identidad de la dama representada por Leonardo en su Obra.

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