La Virgen y Santa Ana.

Realizado entre 1508 y 1510 y está en el museo del Louvre de París (Francia), este cuadro es otra de sus obras maestras de Leonardo da Vinci . La Virgen María aparece sentada sobre el regazo de su madre, Santa Ana que parecen tener la misma edad que intenta María separar a Jesús del cordero, símbolo de la pasión y el sacrificio al que está destinado. El Niño Jesús, sin embargo, se abraza al corderillo, que vuelve su cabeza para mirar a su madre. El paisaje de fondo, como es habitual, ha sido elaborado con todo detalle de ser parecido al de la Gioconda que en ese momento también estaba realizandolo . Una obra con intensa dulzura.