miércoles, 6 de junio de 2012

Vieja friendo huevos.



 Es una obra realizada por Velázquez, en óleo sobre lienzo. El estilo es el naturalismo tenebrista, en el que las figuras aparecen en un primer plano destacando sobre el fondo oscuro, fuertemente iluminadas por un foco de luz único. Así se ilumina la mujer que da título a la obra, el niño que la acompaña, la cazuela de barro en la que fríe los huevos y una serie de enseres y utensilios de cocina que aparecen representados. Del fondo apenas si distinguimos algo más que la cesta de la pared y los objetos metálicos que cuelgan tras la protagonista.
Se trata de un tema de la vida cotidiana, con modelos que toma de la vida popular, constituyendo una de los denominados “cuadros de cocina”. Esta es una de las “recetas” que aprendió en el taller de Pacheco, su maestro sevillano. El foco de luz que ilumina la escena está muy alto, cayendo dirigida y directamente sobre las figuras, iluminándolas a modo de foco teatral.
En esta etapa temprana de su pintura empezó a romper los moldes de sus maestros, así por ejemplo el fondo de la escena no queda totalmente en penumbra y oscuro, sino que aclara ciertas zonas del mismo con más planos creados por la luz que los tenebristas típicos. También la gama cromática es más variada, ya que aunque observamos ese color mate madera.
 Las manos de la mujer son un prodigioso estudio del natural, en las que muestra la fuerza controlada de su mano izquierda que sujeta el huevo, con las rugosidades de las pieles de la ancianidad, lo mismo que las del niño, fuertes y jóvenes que sujetan el recipiente de cristal y el melón.

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